Teresa Borja, profesora de la Universidad San Francisco de Quito, mencionó que las personas con discapacidad tienen curiosidad sexual y pasan por etapas de crecimiento y desarrollo sexual similar al resto de sus compañeros, “aunque su aprendizaje sea limitado, tienen las mismas necesidades afectivas y sexuales”. Asimismo, dijo que este sector de la población, especialmente niñas y niños están en mayor riesgo de violencia sexual, “por lo que es fundamental generar políticas de protección y educación sexual que permitan prevenir cualquier tipo de violencia hacia las personas con discapacidad”.