Es hora de un despertar profundo y transformador. Los ecuatorianos en el extranjero han avanzado en muchas áreas de sus vidas, han experimentado mejoras tangibles como la calidad de vida, adquiriendo bienes materiales como autos y hogares. Sin embargo, es imperativo reconocer que el verdadero progreso no solo se mide en posesiones materiales, sino en la evolución de nuestra conciencia y valores.
A pesar de nuestros logros, muchos de nosotros aún cargamos con la pesada carga de la "viveza criolla", una mentalidad que ha causado daño a nuestro querido Ecuador durante demasiado tiempo. Esta actitud egoísta y oportunista ha impedido que nuestro país alcance su máximo potencial.
Pero aquí está la verdad que debemos abrazar: si tú cambias, Ecuador cambia. Cada uno de nosotros tiene el poder de influir en el rumbo de nuestra nación, no importa dónde estemos. Es el momento de dejar atrás la viveza criolla y abrazar valores de solidaridad, honestidad y empatía. Es hora de un cambio profundo y significativo, porque nuestro país nos necesita más que nunca.
Unidos, podemos lograr un Ecuador mejor para todos.